La elección de uno u otro producto al momento de comprar también determina el impacto que una acción genera en el medio ambiente. Evitar los envoltorios desechables es una práctica de consumo responsable.
Departamento de Bienestar de la UACh promueve uso de bolsas reutilizables
Un certificado de ahorro de consumo de plástico y papel por usar bolsas reutilizables recibió la UACh gracias a las gestiones que realizó el Departamento de Bienestar al momento de elegir -2019- como proveedor de regalos navideños de los (as) hijos (as) de los (as) funcionarios (as), a una empresa que prioriza envoltorios reutilizables.
El certificado da cuenta de lo que significó entregar 845 productos en bolsas reutilizables detallando que se ahorraron 39 kilos de plástico, equivalentes a 1310 botellas de 500 cc de plástico. O, 51 kilos de papel, equivalentes a un árbol de 7 años de vida.
“Nos parece necesario apoyar todas las acciones tendientes a mejorar la calidad del ambiente en que vivimos y desde nuestra experiencia y mirada de adultos enseñar a las próximas generaciones a cuidar y proteger la naturaleza”, dijo María Bernarda, Jefa de Bienestar, Dirección de Personal. “Sentimos que la responsabilidad social es un valor fundamental en nuestro diario quehacer”, afirmó.
El uso de bolsas reutilizables es una acción que apunta a REDUCIR residuos al evitar que una gran cantidad de plástico desechable o papel se elimine como basura y genere daños ambientales en la tierra y en los cursos de agua al llegar al vertedero, además de los gases nocivos como metano y etileno que genera su descomposición y afectan la calidad del aire.
«Es muy importante que cada miembro de la comunidad asuma como desafío personal y de la Unidad a la que pertenece, buscar alternativas de menor impacto. Así avanzamos en ir instalando una cultura de la sustentabilidad en la UACh», indicó Ema Hermosilla, Jefa de la Unidad de Gestión Ambiental.
Agregó, «prácticas como eliminar absolutamente el uso de vasos plásticos desechables en eventos masivos o eliminar envoltorios plásticos de los regalos de navidad, no solo representan un gran ahorro en desechos plásticos, instalan una forma de hacer las cosas que «hace la diferencia» y que por sus efectos positivos se transforma en práctica permanente».